Fue de
forma casual cuando, Grahame Walsh observando las pinturas de Kimberley,
se fijó en un nido de avispas situado encima de uno de los "wandjinas", y
que a primera vista pensó que era reciente, la curiosidad hizo que lo observara
más de cerca, dándose cuenta de que en realidad era un avispero fosilizado,
debido al silicio que contenía el agua que llenaba todos los poros del avispero.
Walsh
y Roberts viajaron en 1996 a Kimberley en busca de más fósiles sobre las
pinturas, hallando dos de estos avisperos fosilizados sobre una típica pintura
de forma humana o "wandjina".
Antes
del análisis realizado por Walsh y Roberts, los arqueólogos habían estimado la
edad de estas pinturas en unos 5000 años. Después del análisis se dató que los
avisperos tenían unos 17000 años de antigüedad y, lógicamente, la edad de las
pinturas debería retroceder aún más, al estar realizadas antes que los
nidos.
La datación de las "grandes" herramientas descubiertas se fijó en unos 100.000 años y los restos fósiles humanos hallados se acercan a una antigüedad de 200.000 años, contradiciendo así lo que la ciencia decía de que los primeros pobladores de Australia habían aparecido como máximo hace unos 65.000 ó 70.000 años.
La datación de las "grandes" herramientas descubiertas se fijó en unos 100.000 años y los restos fósiles humanos hallados se acercan a una antigüedad de 200.000 años, contradiciendo así lo que la ciencia decía de que los primeros pobladores de Australia habían aparecido como máximo hace unos 65.000 ó 70.000 años.
AYERS ROCK, lugar de una de las más importantes batallas durante el Tiempo de los Sueños.
Cuenta
la leyenda, que aún se encuentran encerrados en el interior de la montaña los
cuerpos de algunos de los Hombres Serpientes.
En
MOON CITY o La Ciudad Secreta, otros de los puntos sagrados de los
aborígenes australianos, también se libraron duros combates entre el Dios del
Sol, que llegó del cielo en una nave y el Dios de la Tierra.
Los
vestigios de estas luchas quedaron reflejados en los extraños monolitos y formas
que se encuentran diseminados por toda Australia, como AYERS ROCK, MOON CITY o
la Montaña de Muchas Cabezas (Olgas), producto, según la ciencia oficial, de
erosiones de tipo natural. Pero, los aborígenes contradicen esta teoría y
aseguran que son los restos de ciudades construidas por los ARIENTAS y
LURITCHAS, seres que eran mitad hombre y mitad animal.
En
MOON CITY, muchos dibujos rupestres fueron destruidos por los aborígenes para
preservar los misterios y tradiciones de estos pueblos a la llegada de los
occidentales. Ciudades subterráneas, los YOWIE, una especie de hombres
mono, las MIN MIN, luces que recorren a gran velocidad el desierto
Australiano, forman parte también de los mitos y tradiciones de Australia.
Dibujo de una de las pinturas rupestres en el Valle del Río Prince
Regent. A la izquierda aparece un extraño ser, que para la opinión de muchos
lleva una escafandra espacial.
Del mismo modo y a la derecha, se distingue un hombre barbudo con una
mitra sobre su cabeza junto con tres mujeres y un canguro. Tanto el hombre, como
las mujeres no se corresponde con ningún tipo de las razas existentes en
Australia, sino más bien parecen proceder de Europa o Oriente Próximo.
En 1.838, cerca de Glenelg River, en la región de Kimberley,
al noroeste de Australia, fueron descubiertas gran cantidad de pinturas
rupestres de gran tamaño.
Los aborígenes llamaban a las figuras antropomorfas que aparecen en
estos extraños dibujos con el nombre de WANDJINAS, y aseguraban que no
habían sido realizadas por sus antepasados, sino por unos seres que descendieron
a la Tierra en tiempos remotos.
Los WANDJINAS, fueron seres sabios que trajeron la
civilización y la prosperidad a los pueblos de la zona. Su símbolo era la
Serpiente, al igual que el de otros Dioses del resto del mundo, como el caso de
Quetzalcóatl, la Serpiente emplumada.
En las
pinturas de Kimberley aparecen, entre otras, figuras de seres calzados con
sandalias, algo absurdo si tenemos en cuenta que los aborígenes siempre han ido
descalzos. Algunas de las figuras tienen 3 ó 7 dedos, tanto en las manos como en
los pies. A pesar de que tanto la técnica y el uso de pigmentos de color azul
que los aborígenes no utilizan hacen pensar que ellos no hicieron estos dibujos,
los arqueólogos insisten en que sí fueron realizados por los nativos, y que
representan al Dios de la lluvia.
Básicamente, hay tres tipos de raza clasificados por los
antropólogos:
La raza negra procedente de migraciones de África, os MURRAYANOS que deben su nombre al asentamiento junto al río Murray, de piel clara y que genéticamente procederían de China, y por último los CARPENTARIOS, raza asentada en torno al Golfo de Carpentaria, procedentes en esta ocasión de la India.
Son
muy numerosas las representaciones de WANDJINAS en la región Australiana
de Kimberley.
Sus
formas y apariencias recuerdan a otros tipos de pinturas rupestres encontradas
en diferentes rincones del mundo, donde eran adoradas y veneradas por pertenecer
a sus Maestros o Dioses.
Continuando con las leyendas del Tiempo de los Sueños, en otro tiempo
una raza de gigantes vivía en Australia, y su altura alcanzaba en algunos casos
los 5 metros. En mayo de 1.970 fue descubierta una huella de un pie humano de
59 centímetros de largo por 18 de ancho. Una impresión en yeso se puede
ver en el Mount York Natural History Museum en Munt, Victoria.
Hachas
de mano, mazas, cuchillos y otras herramientas, cuyo peso oscila entre los 5 y
16 kilos han sido localizados en excavaciones en las Montañas Azules de Nueva
Gales del Sur. Estas herramientas sólo pudieron ser fabricadas y utilizadas por
gentes de estatura y fuerza descomunal, seres con una talla el doble de la de
una normal.
La
datación de estos aperos se fijó en torno a los 100.000 años.
En Kimberley al noroeste de Australia, fueron
descubiertas en el año 1838, gran cantidad de pinturas rupestres.
La
región de Kimberley se encuentra en el extremo más septentrional del Oeste de
Australia. Es una zona remota, tan poco poblada como visitada, con grandes ríos
y magníficos paisajes de tonos rojizos.
Entre
las pinturas descubiertas sobre las rocas llaman especialmente la atención las
de unas figuras de gran tamaño, llegando a medir hasta seis metros, y con unos rostros blancos y sin
boca.
Sus
cabezas están rodeadas por uno o dos semicírculos en forma de herradura con unas
líneas finas que parece irradia el círculo exterior.
Los
aborígenes dan a estas figuras el nombre de "wandjinas", y aseguran que
no fueron realizadas por sus antepasados, sino que fueran hechas por los propios
seres a los que representan cuando éstos descendieron a la Tierra en tiempos muy
antiguos.
Los
"wandjinas" fueron unos seres que trajeron la civilización y la
prosperidad y, al igual que otros dioses del resto del mundo antiguo, su símbolo
era la serpiente emplumada.
En
estas pinturas aparecen figuras de seres calzados con sandalias (cuando los
aborígenes siempre han ido descalzos), variando el número de dedos de las manos
y de los pies de 3 a 7.
De
todas la figuras, destaca una que representa a un hombre, vestido desde los pies
hasta la cabeza con una túnica de color rosa, con un circulo doble rodeando su
cabeza, también de color rosa y oro, y sobre la zona de color rosa, una especie
de inscripción con 6 letras o números escritos en un alfabeto totalmente
desconocido.
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